jueves, 9 de octubre de 2008

Lo necesito

En la vida, sólo hay una cosa segura aparte de la muerte y los impuestos… No importa lo duro que lo intentes, no importa lo buenas que sean tus intenciones, vas a cometer errores. Vas a hacer daño a la gente. Van a hacerte daño. Y si quieres recuperarte… Sólo hay una cosa que puedes decir.
Perdonar y olvidar. Eso es lo que dicen. Es un buen consejo, pero no es muy práctico. Cuando alguien nos hace daño queremos devolvérsela. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. Sin el perdón, nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan. Y lo máximo que podemos esperar es que un día, tengamos la suerte de poder olvidar.


En la vida tienes que tomar decisiones, aunque no quieras, tienes que hacerlo. No puedes permanecer un tiempo indefinido sin al menos intentar agarrar un poco las riendas de tu propia vida que parece un caballo desbocado.
La tentación de empezar de cero siempre está, pero yo creo que empezar de cero es totalmente imposible. Las heridas, cicatrices, errores, nos persiguen, no importa donde vayamos, no importa porque forman parte de nosotros y por tanto para empezar de cero se necesitaría olvidar todo lo aprendido. No es factible.


Pero te sientes un poco poderoso cuando al menos decides tomar un poco el control, dejar de sentir que vas a la deriva, y preocuparte por lo que realmente necesitas. A veces escoger es terriblemente doloroso, pero aún así, lo tienes que hacer.

En un día he tomado tres decisiones. Con el paso de los años (y su amiga la experiencia) fui relegando a mi intuición a un lado, amordazándola, antes yo era puro instinto y vivía según lo que me dictaba el corazón. La madurez me está dando más dosis de lógica y de repente lo único que me apetece es dejar que me instinto me guíe, como cuando era más niña que ahora…
Y si. He tomado tres decisiones. Acertadas o no, no lo sé, pero sé que hoy es lo que necesito.

Pequeños detalles

De esas que suelen llorar y reír al mismo tiempo… Del tipo de persona que es frágil, y se rompe a veces como un cristal por las cosas más absurdas… Soy de esas que sueñan mucho y luchan por hacer esos sueños realidad. De esas personas que en invierno llevan la nariz roja por el frío, ¡jeje!

Soy de esas personas inflamables. Pasión, ira… A veces todo estalla en un corazón desgastado, siempre remendado y la mayoría del tiempo bombeando sentimientos… no de aquellas que permanecen impasibles ante las cosas.

Soy de esas personas que miran y admiran los pequeños detalles, las cosas que parecen insignificantes y que no lo son. Un beso, una llamada, un paseo, un pensamiento. Pequeñas cosas que hacen que un día a secas sea un día especial. No de aquellas que se quedan en lo grande, que tapa los ojos y te impide ver, cielos, estrellas, nubes, lluvias y soles.

Soy de esas que ríen mientras lloran porque siguen sabiendo que todo pasa (y todo queda).

lunes, 6 de octubre de 2008

Ardio mi memoria

Y el velo de la madrugada se hace eterno en dos parpados que no se cierran. El tic tac del reloj en la muñeca, va anunciando los segundos que se perderán enredados entre suspiros, pensamientos y reflexiones. Porque la noche toca a su fin demasiado pronto. Porque el sol aún está bostezando en un horizonte lejano….
A veces me parto. Me deslizo. Me quiebro. Me creo. A veces me hundo, me muero, me salvo. A veces el frío me hiela las venas y no miro atrás. Otras, miro el corazón latiendo con tal brusquedad que creo que estallará.
A veces el corazón se rompe un poco más. Pedacitos pequeños, más pequeños aún, y te toca barrer de nuevo. Pegar. Remendar. Otra vez. Y otra vez más.
A veces soy consciente y las que más, una peatón inconsciente. Me rompo. Me encierro. Me envuelvo. Me mancho. A veces me huyo, me encuentro, me vuelvo a salvar.


Y el NO herido viaja de mis labios dolidos a unos oídos que nunca quieren escuchar(me).

Y el TAL VEZ se queda rezagado en la carrera desde el cerebro.

Y el SI ni siquiera ha pasado de la línea de Salida, porque yo se lo he impedido con una gran zancadilla.

Me pondré el vestido negro.
Manolo García “Ardió mi memoria”

Oxidada

¿Qué hay que hacer para curar a corazones oxidados? ¿Dónde está la llave que cierra las heridas de la vida? ¿Qué botón hay que tocar para borrar las cicatrices? ¿Dónde la ilusión? ¿Dónde muere la agonía? ¿Dónde está la fuerza para salir a ver el sol? ¿En que estrella olvidamos a la luna? ¿Dónde desaparecen los barros en los charcos? ¿Dónde están los paraguas que resguardan al alma? ¿Dónde están los sueños que tiramos por la ventana? ¿Dónde encontramos la brújula que nos diga donde se quedó el camino que perdimos? ¿Dónde el coraje? ¿Dónde las ganas? ¿Donde están las salidas de emergencia? ¿Dónde guardamos el fuego que nos quema? ¿Cuánto de lejos lanzamos la cordura en el infierno?.

Mi pobre corazón oxidado… que Norte no encontró. Que sur perdió. Que Este olvidó. Que Oeste destruyó.

Malditas brújulas de hojalata. Malditos relojes de arena. Maldito tiempo. Maldito el día. Maldita la hora.

viernes, 3 de octubre de 2008

Sonrío

Reír en el caballo veloz que es el tiempo que pasamos juntos sin estarlo. Tu risa franca. Sincera. Alegre. Hablar de cualquier cosa y reír. Reír con frases cargadas de intención, reír con simples palabras, reír en una discusión fingida. Todo risas. Todo traslucido, transparente e impalpable. Una nube azul, un día claro, luminoso, con el sol brillando en la más oscura de las noches y risas. Tu risa. La mía. Unidas en una fantasía.

En días grises, tristes, desamparada de tu risa, la recuerdo, y aún resuena en mis oídos y sonrío porque sigo sintiéndote reír al otro lado. Porque a veces sentir que ríes aunque no estés, simboliza la franqueza. La amistad. El estrecho lazo que nos une, que nos mantiene vivos. La confianza que nos tenemos, la risa nos acerca, nos mantiene alejados de la locura de vivir en esta vida a medias que nos ha tocado siempre.

En días en los que no resuena tu risa en mis oídos, como ayer, en la que no hay voz, tan solo un silencio pesado y abrumador me entristezco. Tu risa es mi energía, y sin ella extraño el vacío de mis labios que no se curvan, que se mantienen a la espera de oírte, y sentir como ríes.

A veces, cuando estoy enfadada, y te lo niego, porque me sale, porque a veces no soy capaz de hablar de lo que me pasa, porque posiblemente ni siquiera lo sepa yo, porque soy algo (muy?) neurótica, porque a veces me sumerjo en lo profundo de mis miedos o porque has dicho una frase que quizá sólo yo la vea hueca y busque el significado oculto, porque es verdad que a veces siento celos del viento que te lleva y te trae sin estar yo, porque no suelo ser capaz de dibujar palabras en el aire, porque a veces exploto y lloro sin saber ni por qué estoy llorando, ya me conoces, ni es nuevo, ni es extraño, solo yo. Y en esos momentos, en los que no puedo reír es cuando más extraño tu risa dentro de mí. Porque a pesar de lo mágico, hay días en los que me pesa el mundo en los hombros y se hace demasiado grande para querer salir, porque hay momentos en los que no soy capaz de procesar nada, y me quedo paralizada tratando de entender que ha pasado. Que no encuentro. Que falta para volver a reír.

Porque quizá tu risa sea lo único que a veces me salva de entristecerme demasiado, porque a pesar de lo fugaz, a pesar del querer más y no poder ser, tener ese momento plagado de risas, me aleja de una realidad que me mata un poco y me da vida, y tu máxima ausencia me enfada, me preocupa, me entristece, me pone tan nerviosa que no concilio el sueño, pasan las horas y sigo dando vueltas esperando a que llegue el amanecer.
Quizá sea porque tu risa la llevo en vena, en cada arteria. En cada latido. En cada poro de la piel. En cada molécula de mi ser. Y será que estoy malacostumbrada porque nos hemos creado así. A risas. A momentos donde el tiempo siempre ha sido veloz, y porque me gusta tu risa, porque al recordar su eco en mi memoria –como ahora- sonrío.

jueves, 2 de octubre de 2008

A alguien...

…A alguien que me gusta mucho sin conocerlo… Me encanta como me miras, aunque me dejes petrificada, y me encantaría conocerte aunque ello supusiera desengañarme de la imagen que tengo de ti, prefiero arriesgar a no intentar ganar.

…A Alguien que está pero sin estar… Te descubrí un mundo diferente, donde la cabeza no era tan fría y el corazón era un poco más cálido, al final descubrí que la naturaleza de cada uno no se puede cambiar. Tú seguirás siendo tú y yo seguiré siendo todo corazón.

… A alguien que siempre está… Eres de mi vida lo mejor, no te cambio por nada en este mundo, y con los años, por mucho que nos cambie la vida… seguimos siendo tú y yo.

… A alguien incompatible con quien soy totalmente compatible… me encantas y si, te quiero mucho aunque te rías de mi!

…A alguien con quien la distancia no es problema… Eres un sol de persona, y me alegra haberme cruzado un día contigo y tener la gran suerte de conocerte.

… A Alguien a quien admiro… Ojala la vida te hubiese tratado mejor, sin embargo, para mi eres el referente más importante de este mundo.

…A alguien a quien adoro… espero que sigas siendo el niño de mis ojos por mucho que nos hagamos mayores.

…A alguien que se fue donde yo no puedo alcanzarlo… Te quiero. Te echo de menos, nos hemos perdido muchos momentos que debieron ser nuestros, pero siempre estarás en mi corazón, y donde yo vaya, tú irás conmigo.

… A muchas personas que son muy especiales para mí… G R A C I A S, por cada momento, por cada emoción, por cada sonrisa, por todo.
Familia, amigos, amores pasados, caprichos… siempre hay tantas cosas que decir… y a veces, nos falta el valor para decir lo que sentimos, por vergüenza, porque no podemos (quizá es tarde) porque pensamos que la vida nos seguirá dando oportunidades, no lo sé, porque al final los seres humanos acabamos dando por hecho muchas cosas que no deberíamos.
Supongo que hoy es un buen día para decir algo bonito de lo que sentimos