martes, 10 de agosto de 2010

No pierdas la esperanza

A las chicas nos enseñan muchas cosas mientras crecemos...si un niño te pega le gustas, nunca intentes enmendar tus tropiezos, y algún día conocerás a un chico maravilloso y tendrás tu propio final feliz.
Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan, nos implica esperar por eso. El tercer acto tiene un giro : la inesperada declaración de amor, la excepción a la regla.
Pero a veces nos concentramos tanto en esperar nuestro final feliz, que no aprendemos a interpretar las señales ¿ Cómo distinguir de aquellos a los que les gustamos de aquellos a los que no? de aquellos que se quedaran de aquellos que se irán...

Y tal vez este final feliz no incluya un chico maravilloso, tal vez seas tu, sola.
Rearmando las piezas y comenzando de nuevo liberándote a ti mismas para algo mejor en el futuro.

Tal vez el fina feliz sea solo ... continuar
O tal vez el final feliz es este: saber que después de esperar esas llamadas y los corazones rotos, de todas las equivocaciones y las señales mal interpretadas, de todo el dolor y la vergüenza, uno nunca, jamás debes perder la esperanza.

martes, 13 de abril de 2010

Puro duende

De repente te entran ganas de sentir. De sentir mariposas que se chocan en las paredes de tu corazón, anhelar el momento en el que te vas a encontrar con esa persona, ganas de cruzar tus ojos y sentir que te reflejas en los suyos. Ganas de pegarle una patada a lo antiguo, y darle la bienvenida a lo nuevo. Ansías de tener el corazón remendado. Listo. Sin ninguna herida a medio cerrar, sin ninguna cicatriz pendiente de que deje de picar en días de frío.

Y quieres, porque realmente la ilusión parecía haber abierto una rendija en aquel muro que construiste un día, destaparte, y tirar las mantas que te cubren el corazón después de tantas heladas. Tú nunca has creído en aquello de estar preparada. Tu corazón ya decide por ti, te dices siempre, las ruinas acaban por convertirse en polvo y de repente, aún con tantos remiendos aún se puede hilar fino allí dentro, donde te pierdes, donde no hay piel para encontrar un alma.

Tienes ganas de querer, pero la magia no estalla en miles de luces sobre tu espalda. No anhelas. No deseas. No sueñas. Sólo te dejas acurrucar por el vaivén de las olas, por la suavidad de la luz de la luna que brilla pero no resplandece como tú deseas. Y allí te quedas, sobre la arena, con los pies mojados y el alma tiritando.

Los sentimientos son como los duendes. Aparecen de cuando en cuando, te atrapan, te envuelven, te dan, te quitan… quizá se vayan o quizá se queden, te dan un trozo de cielo, un cacho de nube, un poco de un cuento, te dan primavera, te alejan el invierno de las arterias, te endulzan, te cantan, te bailan, te saltan…
Y tú te vas dejando arrullar por su danza. Por la grandeza de sentir algo así. Porque sentir ese duende bailando en tu panza, comiéndote a besos, acariciando tu espalda… es difícil de conseguir…


Y quizá, porque esto del amor es como un trébol de cuatro hojas. Quizá sea cosa de duendes y magia. Y quizá, por muchas ganas de querer, por muchas de sentir algo, no es posible sentirlo cuando tú desees.
Espera la danza. Espera la magia, y mientras tanto, sigue tu camino, ríe, sé feliz, disfruta con las olas del mar.


El corazón es así. Puro duende. Pura magia.

martes, 1 de diciembre de 2009

¿ Quién se pica, ajos come ?

Acción de Picar: enojar y provocar a alguien con palabras o acciones.
Me encanta picar. Es algo que me gusta y que además se me da bien, en parte porque yo me pico con facilidad y aprendo de mi propio enfado. No en el mismo momento, por supuesto, sino al día siguiente, cuando la ira a dejado un hueco en mi cabeza para que se asiente el sentido común. Y es que un buen pique, si se da bien, puede durar un par de horas.
Saber picar también es un arte, que no muchos no dominan y la primera regla es no mantener el cabreo no mas de un día. Se puede reavivar, como las brasas de una hoguera, pero para ello hace falta un elemento activo, que suele ser el mismo creador del pique, un amigo o un familiar alguien que conociera el principio del pique. Es decir el lugar exacto de la fogata.

El problema principal de aquellos que no comprenden los entresijos de este arte es pensar que picar es simplemente jactarse de tu superioridad hasta meter la pata, o reírte del otro hasta rozar el insulto. Y no es así, puedes hacer que esa persona se ría de si misma incluso cuando está cegada por la ira e incluso picar la sin abrir la boca.

Porque en eso consiste el arte de picar precisamente, en enfadar a alguien lo máximo posible y hacerle ver, a su vez, la ridiculez del enfado.
Por ello lo que provoca el comienzo del pique debe ser lo más insignificante posible. Cuento mas absurdo y carente de importancia, mejor. De ahí que el mejor campo para este arte sean los juegos. No me gusta jugar con gente que no se pica, cuando se juega, hay que picar se.Hay que dar o recibir,es la salsa de la competición.

En cuanto a mí, me gusta tanto picar como ser picado. Me entristece toparme con gente que aspiran a picar,y lo único que hacen es demostrar su torpeza,cuando se pica, se pica bien, sino no lo hagas. Y eso que para picar me no hay que hacer gran esfuerzo,jaja!. Basta con ganarme a cualquier juego para meterme la primera pulla. Del resto, en la mayoría de los casos,me encargó yo solita.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Infidelidad

Está convencida de que no es infiel, porque no se ha acostado con otro que no sea su pareja. Pero sí que mantiene una relación íntima, aunque no sea sexual, con otro hombre. Una relación especial de amistad que muchas veces le hace pensar más en él que en el que tiene al lado...

Mi amiga cree que no hace nada que pueda causar daño a su pareja, y que, por lo tanto, no le está siendo infiel. Palabra horrible, que se suele aplicar sólo a las relaciones sexuales que se tienen fuera de la pareja y que yo, en este caso, prefiero cambiar por canita al aire.

Otra amiga piensa lo contrario, que a ella sí le molestaría que su hombre si tuviera esa misma relación íntima con otra mujer, y dice que preferiría que fuera una relación sexual simplemente, porque piensa que la sexual no es una infidelidad, que la infidelidad es algo más fuerte,un engaño que no tiene que ver con el sexo.

Según los expertos, la infidelidad emocional puede ser aún más profunda y devastadora que la física.
A cuenta de las diferencias entre una y otra, hace poco se público un estudio sobre las relaciones que causaban los dos tipos en hombres y mujeres.

Los resultados revelaron que las mujeres experimentan una mayor intensidad emocional que los hombres ante ambos tipos de infidelidades, pero se sienten peor ante una infidelidad emocional.

A los hombres les afecta mucho más una infidelidad sexual, aunque también les importe la otra.